domingo, 20 de agosto de 2017

LA EDUCACIÓN, PRIORIDAD NACIONAL

Los diferentes gobernantes de turno, los que dirigen los destinos del país, pareciera que olvidan distraídamente, poner en práctica las estrategias más elementales para el desarrollo nacional. La Educación.

A diferencia de otros sistemas educativos en el mundo, vemos que la educación en nuestro medio, casi siempre está orientado únicamente a reformas coyunturales de gobierno y no precisamente como políticas de Estado.

La educación, no debe estar orientado a medidas fortuitas, mucho menos populistas, pensamientos dadivosos y pragmáticos, pareciera que nos hemos centrado solo en concursos y evaluaciones habituales, que pueden parecer positivas por sus efectos inmediatos, pero que al final, generan profundos daños y padecimientos en el futuro.   

Ha llegado el momento de tomar muy en serio nuestro sistema educativo, de manera responsable, democrática y descentralizada, comenzando con el respeto al Maestro y para esto es necesario reflexionar y creer, en la idea de que la educación es la base del desarrollo y actuar con entereza, como política seriamente de Estado.

Son indispensables en esta tarea, la voluntad y decisión de las autoridades gubernamentales, a favor de la educación, en procurar; mayor inversión, más recursos, estabilidad política y económica, investigación, creatividad, talentos, reflejos y libertad de acción, experiencias innovadoras, a la vez, mejores maestros y funcionarios que obren a conciencia, con honestidad, pero sobre todas las cosas la voluntad del pueblo para apoyar y exigir su cumplimiento.

Es tiempo de cambios trascendentales, en donde todos los sectores y actores políticos y sociales, deberían poner la educación como prioridad nacional, el esfuerzo de hoy, será las mejoras del mañana y estaríamos frente a un impulso esperanzador de superar la pobreza y afianzar el desarrollo sostenible del país, lo que todos queremos, viable, culto y próspero.

                                                                                                    

martes, 4 de julio de 2017

EL PRIVILEGIO DE EJERCER LA DOCENCIA

UN COMPROMISO CON LA SOCIEDAD

Nada más pertinente formar estudiantes; mentes brillantes, forjadores de una nueva sociedad, futuros hombres de bien y son los que afrontaran la vida en el presente siglo XXI.
 
Por ello, ejercer la docencia, es una noble vocación de servicio. Indudablemente, todos los Maestros estamos llamados a esto, ya que los educadores se convierten en pioneros de grandes paradigmas, comprenden el tiempo que toma transformar una simple idea en un modelo eficaz, que permita el afianzamiento de las sociedades en épocas venideras.

Sin duda, la amplitud de ejercer la docencia, significa tener una extraordinaria madurez intelectual y emocional, una alta sensibilidad para comprender las dificultades de los demás, honestidad intelectual para definir fortalezas y debilidades propias, posibilitando denodadamente mejores aprendizajes.

Ciertamente durante nuestra existencia, muchas cosas le ha sucedido al ser humano, desde las elementales civilizaciones hasta las implicancias tecnológicas, en cada etapa de la vida, estos han sido posibles, porque han existido líderes que han originado y dejado inmensas experiencias y enseñanzas, sin distar a Jesucristo, Maestro y Líder de la humanidad, hasta los ilustres mentores contemporáneos y modernos. Innegablemente constructores del devenir del hombre.

Propiamente, algunas obras son excepcionales; ingenieros, abogados, médicos, sociólogos, psicólogos, arquitectos, militares y hasta los hombres que se han atrevido cambiar el mundo, son obras de los que noblemente ejercen la docencia, porque saben que no hay caminos cortos y fáciles, porque siempre van al frente, ellos abren nuevos horizontes, nuevos conocimientos y nuevos caminos para las futuras generaciones.

Los Maestros, por ello se convierten en pioneros de grandiosas paradigmas, ningún anticuerpo a ellos, ingeniosos ante la adversidad.