Los diferentes gobernantes de
turno, los que dirigen los destinos del país, pareciera que olvidan
distraídamente, poner en práctica las estrategias más elementales para el
desarrollo nacional. La Educación.

La educación,
no debe estar orientado a medidas fortuitas, mucho menos populistas, pensamientos
dadivosos y pragmáticos, pareciera que nos hemos centrado solo en concursos y
evaluaciones habituales, que pueden parecer positivas por sus efectos
inmediatos, pero que al final, generan profundos daños y padecimientos en el
futuro.
Ha llegado el momento de tomar
muy en serio nuestro sistema educativo, de manera responsable, democrática y
descentralizada, comenzando con el respeto al Maestro y para esto
es necesario reflexionar y creer, en la idea de que la educación es la base del
desarrollo y actuar con entereza, como política seriamente de Estado.

Es tiempo de cambios
trascendentales, en donde todos los sectores y actores políticos y sociales, deberían
poner la educación como prioridad nacional, el esfuerzo de hoy, será las
mejoras del mañana y estaríamos frente a un impulso esperanzador de superar la
pobreza y afianzar el desarrollo sostenible del país, lo que todos queremos, viable,
culto y próspero.